Por: Dra. JoAnn Santiago
La diabetes es una de las condiciones crónicas más comunes en Puerto Rico y en el mundo. En la isla, se estima que entre un 15 % y un 19 % de los adultos viven con diabetes diagnosticada, una prevalencia significativamente mayor que el promedio de Estados Unidos (alrededor del 10%). Según el Departamento de Salud de Puerto Rico, en el 2020 el 15.8 % de los adultos reportaron haber sido diagnosticados, mientras que estudios más recientes, como el de la International Diabetes Federation (2024), estiman que la cifra podría superar los 340,000 adultos afectados. Estas cifras reflejan no solo la magnitud del problema, sino también la necesidad urgente de fomentar estilos de vida saludables y una alimentación consciente.
Una alimentación balanceada juega un papel fundamental en el control de los niveles de azúcar y en la prevención de complicaciones. Comer de forma saludable no significa renunciar al sabor, sino aprender a elegir mejor.
¿Por qué la alimentación es clave en la diabetes?
Cuando comemos, los alimentos se convierten en glucosa (azúcar) que el cuerpo usa como energía. En las personas con diabetes, el organismo no produce suficiente insulina o no la utiliza adecuadamente, lo que hace que la glucosa se acumule en la sangre. Una dieta adecuada ayuda a mantener esos niveles bajo control y a evitar daños en órganos como el corazón, los riñones y los ojos.
Recomendaciones prácticas de alimentación
1. Control de porciones
Comer demasiado, incluso alimentos saludables, puede subir el azúcar. Usar platos más pequeños y medir las porciones ayuda a no excederse.
2. Elegir carbohidratos de calidad
Prefiere granos integrales, avena, habichuelas y viandas en lugar de pan blanco, arroz regular o dulces. Estos alimentos liberan la glucosa más lentamente.
3. Aumentar frutas y vegetales
Ricos en fibra, vitaminas y minerales, son aliados en la prevención de complicaciones. Se recomienda llenar la mitad del plato con vegetales variados.
4. Proteínas saludables
Pollo sin piel, pescado, huevo y legumbres ayudan a sentirse lleno sin aumentar los niveles de azúcar.
5. Reducir azúcar añadida
Evitar refrescos, jugos artificiales y postres procesados. Opta por agua, té sin azúcar o café negro.
6. Cuidar las grasas
Prefiere grasas saludables como las que están en el aguacate, el aceite de oliva y las nueces. Reduce frituras y alimentos altos en grasa saturada.
Consejos adicionales
Planificación de comidas: preparar menús semanales ayuda a evitar decisiones impulsivas.
Comer a horarios regulares: mantener una rutina de comidas ayuda a controlar el azúcar.
Consultar con un nutricionista: cada persona es diferente, y un plan personalizado es lo más seguro.
Conclusión
La alimentación es una herramienta poderosa para quienes viven con diabetes. No se trata de prohibiciones absolutas, sino de equilibrio y mejores elecciones. En Triple-S, reafirmamos nuestro compromiso con la salud de nuestros afiliados al ofrecer programas y recursos educativos para ayudar en el manejo de la diabetes. Habla con tu médico sobre las herramientas a tu disposición y recuerda que, al combinar una dieta saludable con ejercicio regular y el seguimiento médico, es posible llevar una vida activa, plena y con menos riesgos.
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